El valor del núcleo en las puertas de madera, lo importante está en el interior
Cuando se trata de puertas, la mayoría de las personas piensa en el diseño, el color y la apariencia exterior. Sin embargo, uno de los aspectos más críticos para conseguir una puerta de madera duradera está en su núcleo. El interior de una puerta no solo afecta su resistencia y estabilidad, sino también su capacidad para proporcionar aislamiento térmico y acústico, así como su resistencia al fuego. El peso es otra característica determinada por el núcleo, lo que influye en la facilidad de uso y la durabilidad de todo el conjunto. A continuación, exploraremos la importancia de elegir un buen núcleo y cómo influye en la durabilidad y el rendimiento general de las puertas.
¿Qué es el núcleo de una puerta de madera?
El núcleo de una puerta es la parte interna que proporciona la estructura y el soporte principal. Dependiendo del tipo de puerta y su uso previsto, los núcleos pueden estar hechos de diferentes materiales. Cada tipo de núcleo ofrece distintas ventajas y desventajas en términos de resistencia, aislamiento y peso.
Tipos de núcleos más comunes:
Núcleo macizo: Está formado por una parte interna densa, lo más habitual es el aglomerado. Este bloque se recubre habitualmente con dos tableros de MDF o dos chapas de madera natural.
Núcleo alveolar: Su interior está hecho de cartón en forma de panal de abeja. El núcleo alveolar se cubre con paneles de MDF sobre los cuales es posible aplicar cualquier acabado (laminado, chapa o lacado).
Núcleo de poliespán: Este tipo de núcleo está compuesto por poliestireno expandido (EPS), un material plástico. Está recubierto con paneles de MDF sobre los cuales se aplica el acabado final.
Núcleo tubular: Consiste en un núcleo de aglomerado con vaciados en forma de tubos que aligera el peso de la puerta y mantiene una alta consistencia.
¿Cómo escoger un núcleo de una puerta?
A la hora de escoger una puerta se debe tener en cuenta cuáles son las características que deben cubrir. Para ello se debe tener en cuenta que singularidades ofrece cada núcleo.
Resistencia estructural:
De los cuatro núcleos presentados, el núcleo macizo es el más resistente, seguido del tubular, el poliespán y, por último, el alveolar. A la hora de escoger, es importante tener en cuenta el uso que se le dará a las puertas y cuánta resistencia se necesita, pues para un uso diario, sin peligro de recibir golpes, el núcleo alveolar ofrece una resistencia más que aceptable, además de la ventaja de la ligereza y la durabilidad de los elementos mecánicos.
No obstante, los paneles que recubren el interior también contribuyen a la dureza y resistencia natural de la puerta. Por ejemplo, un núcleo alveolar revestido con tableros de 8 mm tendrá una resistencia muy similar a un núcleo macizo.
Aislamiento térmico y acústico:
En puertas de paso, el núcleo alveolar es el que ofrece un mejor nivel de atenuación acústica. Sin embargo, para una atenuación acústica elevada, por encima de los 30 dB, se recomiendan los núcleos macizos combinados con capas de distintas densidades, ya que ofrecen mejores resultados en cuanto a aislamiento térmico y acústico. Además, será clave el uso de guillotinas y burletes para evitar que el sonido o el calor se propaguen a través de los orificios o pequeños espacios.
En el caso del poliespán, los resultados térmicos son bastante buenos, aunque suele tener peores índices acústicos. El tablero tubular tiene un buen comportamiento acústico gracias a las cavidades huecas interiores, al igual que sucede con el núcleo de nido de abeja.
Resistencia al fuego:
Para lograr la mayor cantidad de tiempo sin que las llamas traspasen al otro lado, las puertas macizas son las únicas que proporcionan una resistencia al fuego confiable.
Se ha investigado mucho sobre el uso de otros materiales más livianos, ya que el peso de una puerta resistente al fuego de 60 o 90 minutos es considerable. No obstante, las alternativas suelen ser también bastante densas.
Mantenimiento y costo a largo plazo:
Para mantener una buena durabilidad sin necesidad de mantenimientos relevantes, es importante destacar que en los núcleos macizos, al ser los más pesados, los herrajes sufren más y requieren de un mayor mantenimiento. También se puede añadir una mayor cantidad de pernios o bisagras para repartir mejor el peso del núcleo.
En contraposición, los núcleos más ligeros, como los de poliespán, el alveolar o el tubular, ofrecen una buena consistencia y un peso más reducido. Esto facilita el transporte y su manipulación. Además, normalmente se evita un mantenimiento futuro de engrase y ajuste de bisagras.
Por lo tanto, invertir en una puerta de madera con un buen núcleo no es solo una decisión inteligente a corto plazo, sino una inversión a largo plazo. Una puerta de alta calidad, con un núcleo que cumpla con las características necesarias, garantizará un rendimiento óptimo durante muchos años. Al elegir los materiales más adecuados y tecnologías avanzadas, se mejora la seguridad y el aislamiento de un espacio, reduciendo la necesidad de reparaciones y reemplazos frecuentes. Esto ahorra dinero y asegura que la puerta seguirá cumpliendo con sus funciones esenciales, ofreciendo tranquilidad y protección.
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